El opio es una droga analgésica narcótica que se extrae de las cabezas verdes de la
adormidera (Papaver somníferum). La adormidera (parecida a una
amapola), es una planta que puede llegar a crecer un metro y medio y con flores blancas, violetas o fucsia.
El opio se extrae realizando incisiones superficiales en las cabezas, todavía verdes, de la adormidera unos días después de caerse los pétalos de las flores. Los cortes exudan un látex blanco y lechoso, que al secarse se convierte en una resina pegajosa marrón. Esta resina se raspa de las cabezas obteniéndose así el opio en bruto, al dejar secar este durante más tiempo se convierte en una piedra más oscura y cristalina a la vez que pierde agua y se concentran los alcaloides.
Los primeros efectos se dejan notar como cansancio y somnolencia, a medida que crece el efecto se sienten hormigueo y
picores en todo el cuerpo, se deja de sentir dolor, si se padecía, y se aumenta la sensación táctil, a medida que se cae en los efectos narcóticos se empieza a soñar en duermevela, junto con alucinaciones, náuseas y vómitos.
El cultivo legal de opio en el mundo está legislado por la Convención Única sobre Narcóticos de Naciones Unidas y otros tratados y bajo la supervisión individual de cada país productor. El mercado de exportación mundial se reguló a raíz del descubrimiento en 1930 de que una gran red que lo introducía en el mercado negro a partir del cultivo legal.
La India es el mayor productor legal a nivel mundial y el único que produce opio a la manera tradicional de la incisión.
En tablillas sumerias del tercer milenio antes de la era común se lo menciona mediante una palabra que también significa ‘disfrutar’. Su empleo médico se remonta quizá al Antiguo Egipto, donde muchos jeroglíficos mencionan el jugo que se extraía de estas cabezas (el opio) y lo recomiendan como analgésico y calmante, tanto en pomadas como por vía oral y rectal. Uno de sus empleos reconocidos, según el papiro Ebers, es «evitar que los bebés griten fuerte». El opio tebaico aparece mencionado ya por Homero (en la Odisea) como algo que «hace olvidar cualquier pena».
El mercadeo de
opio por parte de Inglaterra y de Estados Unidos a China generó un conflicto de proporciones. Los chinos consideraban que Occidente no tenía nada de valor con lo que comerciar, pero los comerciantes ingleses y estadounidenses, fuertemente respaldados por la Corona inglesa, vieron en el opio la posibilidad de tener intercambio. El opio y sus derivados (morfina, heroína, etc.) constituyen unas de las drogas más adictivas, y para 1839 el opio ya estaba al alcance de los obreros y campesinos chinos.
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